Los precios mundiales de los alimentos alcanzaron un récord el mes pasado, justo cuando la invasión rusa de Ucrania empezó a provocar un caos en el comercio mundial de cultivos que probablemente hará subir aún más los costos.

El índice de precios de los alimentos de las Naciones Unidas ya estaba cerca del máximo establecido en 2011 antes de que la guerra interrumpiera las exportaciones de la región del mar Negro, conocida como el “granero” del mundo. Desde entonces, los precios de los cereales y del aceite vegetal se han disparado hasta alcanzar nuevos récords o máximos de varios años, lo que ha aumentado la presión inflacionaria sobre los consumidores y los Gobiernos y amenaza con agravar la crisis mundial de hambre.

El comercio mundial de cultivos se ha visto alterado por el cierre de los puertos ucranianos a causa de la guerra, y las sanciones impuestas a Rusia hacen que operadores, bancos y navieras se muestren reticentes a hacer negocios en ese país. Antes de que Rusia atacara a su vecino, los precios de los alimentos ya se habían disparado debido a las desfavorables condiciones meteorológicas para los cultivos, así como a la escasez de energía y al aumento de los costos de los fertilizantes.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU advirtió el viernes de las consecuencias que tendrá la guerra en Ucrania más allá de las fronteras del país.

“Es simplemente trágico ver cómo el hambre aparece en lo que ha sido durante mucho tiempo el ‘granero’ de Europa”, dijo en un comunicado el director ejecutivo del PMA, David Beasley. “Las balas y las bombas en Ucrania podrían llevar la crisis mundial del hambre a niveles más allá de lo que hemos visto antes”.

El índice de precios de alimentos de la ONU aumentó casi un 4% en febrero. Los costos han subido más de un 50% desde mediados de 2020, lo que ha repercutido en los precios de las tiendas de comestibles. Gran parte del alza se ha visto respaldado por el aumento de los aceites vegetales, como el de palma, que se utiliza en casi la mitad de los productos de los supermercados.

La cifra de febrero de la ONU solo incorporó parcialmente el impacto de la invasión de Ucrania. Desde entonces, los precios de los principales productos básicos se han disparado hasta niveles récord o máximos de varios años.

Rusia y Ucrania desempeñan un papel crucial en el suministro de alimentos. Juntos, representan alrededor de una cuarta parte de todos los envíos de trigo y cebada, una quinta parte del maíz y la mayor parte del aceite de girasol. Con grandes volúmenes de suministro de la región cerrados, los compradores están teniendo que buscar en otros lugares, aunque algunos importadores enfrentan dificultades para obtener los suministros ante los altos precios y las pocas ofertas de flete.

“La preocupación por las condiciones de los cultivos y la adecuada disponibilidad de las exportaciones explican solo una parte de las actuales alzas de los precios de los alimentos a nivel mundial”, señaló en un informe Upali Galketi Aratchilage, economista de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). “Un impulso mucho mayor para la inflación de los precios de los alimentos proviene de fuera de la producción de alimentos, en particular de los sectores de la energía, los fertilizantes y los piensos”.

Por otra parte, la ONU aumentó su estimación para el comercio mundial de cereales en 2,7 millones de toneladas, destacando que la demanda ya estaba en alza antes de que la guerra de Ucrania redujera los suministros. Las perspectivas aún no tienen en cuenta el impacto de la guerra, pero la agencia predijo que a Ucrania y Rusia les quedaban unos 32,5 millones de toneladas de trigo y maíz para enviar esta temporada.

No está claro cuánto de eso llegará ahora al mercado.

Fuente: Yahoo Finanzas